CANTATA FUNDACIONAL A MORENO ♦ MEMORIA DE COCO DANZA

Galopa el recuerdo



Un 12 de mayo, a principios de 1990,
fallecía el cantautor Alberto Danza.
Uno de sus amigos, Horacio Benítez,
rememora parte del historial del cantautor.
Al pie de la nota los versos de la Cantata.




Horacio Benítez ◘ La amistad con Alberto ´Coco´ Danza comenzó en 1957 cuando ambos teníamos 17 años. El, con sus amigos Hugo Mele, Roberto Di Mécola y Quique Méndez Caldeira vivía la reciente formación del grupo Aguaribay, de la cual Coco era el bombisto, Hugo la primera guitarra, Quique y Roberto, las guitarras rítmicas. Di Mécola le había enseñado, a Quique y a Hugo, los primeros rudimentos. Interpretaban temas de neto corte norteño.

El primer acercamiento de Coco a la música fue con el piano, que le dio una sólida formación musical, comenzando a escribir y componer temas, plasmando en el pentagrama las obras que luego registró en SADAIC. Una de las primeras composiciones hablaba de la geografía salteña.

Era la Zamba del Hachero. Las profesiones de Roberto, que era mecánico aeronáutico y la de Quique, que siguió la carrera policial, influyeron en la desintegración de Aguaribay. Breve tiempo después, junto a Hugo Mele, Nito Cogo y Titi Giusani, Danza formó el grupo Los Cuatro Costeros.


Como poeta era inquieto y talentoso. Dejó de escribir por cuarteta y a expresarse por décima, que es la estructura literaria para dar forma a la milonga surera, de la que se enamoró Coco, interpretándola como solista, con alta seriedad y solvencia.

Nuestra amistad y la juventud, nos llevaron a pasar largas horas del día y de la noche. Yo vivía en el corazón de Moreno, en la calle Martinez Melo 655, en donde –en los fondos- construí un rancho de pared de adobe y techo quinchado, los mojinetes y horcón eran troncos de maclura.

Allá por 1961, nos reuníamos a guitarrear y a matear. Pero todo lo que comienza, termina. Y vino la mudanza. Previo a eso, le consulté a los nuevos propietarios si debía tirar abajo el ranchito, cosa que afortunadamente no ocurrió. El Coco , que ya me había estado imaginando, desde su óptica poética, tirando abajo el rancho, me cantó estos versos por milonga:

Padre Altísimo del cielo / vos que escuchás mi quebranto / transformá en coplas mi llanto / sangran mis noches desvelos, / pensando en la desazón / ranchito de triste suerte / y que ha de darte la muerte / el que te dio el corazón. Este es el fragmento de la" Milonga del Rancho", que me dedicó.

Aquí van para El Periódico de Moreno digital y a pedido de mi amiga Alicia Vicchio "la alazana", algunos de los recuerdos que me han quedado de Alberto. Y agrego, que en SADAIC hay una zamba registrada cuyo título lleva mis apellidos completos.

El autor de esta nota es hijo del Sapito Medina

CANTATA FUNDACIONAL A MORENO

Memoria de las memorias de los pagos de Moreno,

del boliche de Pereyra, de Pirovano en Palermo,
memoria que estruja mi alma, cuando miro tiempo adentro

y pienso en tus mostradores, donde junto a un vino lento

alguna tarde cualquiera se supo acodar mi viejo.

Memoria de las memorias pa´echarle calor al cuerpo...

Memoria de tiempos idos, memoria de aquellos tiempos,

cuando Los Indios de hoy era el Club de Villa Herrero

que enfrentando a Defensores los dos dejaban el resto.

de la plaza adoquinada, la angosta Martinez Melo

cuando Rodolfo Correa andaba de cantinero.

Memoria de mi guitarra, de cantores que se fueron

Hugo Mele, Nito Cogo, Aguaribay, Los Costeros,

y de El Sapito Medina, maceteando sus recuerdos

a la sombra de un naranjo, que se nos fue al tranco lerdo

pensando que Don Segundo necesitaba un resero.

Memoria, linda memoria, poblada de guitarreros,

del boliche de Las Latas y aquel zurdo santiagueño,

el Guri, Horacio Benítez, Bocha Barret

y en el medio el Pampa Bruno prendido con su segunda de fierro

por zambas o por milongas, gastando el vino y el tiempo.

Yo que nunca te canté, quiero cantarte Moreno,

porque se me hace que ansí le estoy cantando a mi viejo,

a mi viejo que nació allá, por la calle Merlo

que descansa eternamente, muy cerca de aquel gallego

que hacía galpones con Leira, Arcardini y fue mi abuelo.

Autor: Alberto "Coco" Danza